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421 Adventure – LATITUD


Por Aurélie y Marco, especial para Revista Latitud

Hola, somos Aurélie y Marco, una pareja de 38 años de edad que desde el 2018 se ha convertido en bici-nómadas. Al principio solo queríamos hacer un viaje de varios meses desde Europa hasta el Sudeste Asiático pero, sobre la marcha, pudimos saborear la libertad que da viajar en bicicleta y, antes de que llegue el final, nos dimos cuenta que queríamos seguir pedaleando por el mundo.

Anteriormente, ya habíamos visitado varios países como turistas “regulares” y nuestras vacaciones siempre nos parecían insuficientes, muy cortas. Eso, y el deseo de hacer algo que nos desafíara, nos llevó poco a poco a planificar y emprender un viaje en bici de muy larga distancia, en el cual esperábamos encontrar “la luz” y tener una mejor idea de lo que queríamos hacer con el resto de nuestras vidas.

Irónicamente, la respuesta estaba justo enfrente de nuestros ojos, entre nuestros puños y debajo de nuestros pies; tardamos mucho tiempo en comprender que estábamos destinados a seguir en el sillín mucho tiempo más!

Cruzamos todo nuestro continente de norte a sur y entramos en otro mucho más grande y más viejos también . Descubrimos culturas, religiones y comidas que antes no conocíamos ni habíamos tenido muchas ganas de conocer. Subimos montañas y las volvimos a bajar. Abrazamos personas que nos enseñaron mucho más que cualquier aula y otro poco lo aprendimos de los errores también. 

En dos años recorrimos casi 30.000 kilómetros y lo único que nos paró fue “el bicho” …

Al volver a Europa, decidimos visitar en bicicleta a nuestras familias y amigos ya que nos resultaba todo tan cerca y tan fácil de alcanzar. ¡Es increíble la sensación de llegar a casa de un querido que no has visto en dos años en bici! ¡A veces nos sentíamos un poco como unos Papa Noel sobre dos ruedas!

 

Finalmente, un lindo día de septiembre, recibimos la noticia que Argentina volvía a abrir sus puertas a extranjeros. 

Llevábamos meses esperando a que el mundo nos dejara viajar a algún destino lejano y fascinante y, ya que teníamos todas las piezas de un puzle que ya conocíamos muy bien, nos resultó muy fácil preparar todo, dar una última ronda de “adioses” y salir volando!

Así, en muy poco tiempo, es como nació nuestra aventura 2.0; las Américas. Si, en plural, porque una vez que te enteras que una bici te puede llevar adonde sea, ya no te contentas de visitar provincias o regiones y hasta los países te quedan pequeños.

Y aquí estamos, en la increíble Argentina, desde finales de noviembre.

Nuestra nueva aventura será de Ushuaia a Alaska, pero el avión nos dejó en Buenos Aires así que ¿por qué no pedalear hasta Tierra de Fuego primero y luego dar media vuelta y empezar a subir hasta que no quede más tierra por pisar? ¿Cuánto tiempo tardaremos? Ni idea. Lo que está claro es que ese viaje nos llevará a conocer gente, lugares y culturas que nos dejarán con ganas de viajar y conocer aún más.

A fecha de hoy, ¡llevamos ya varios miles de kilómetros en este increíble país y la verdad es que nos encanta! ¿La gente? ¡Fantástica! En general los argentinos tienen muy buena fama al extranjero pero ¡nunca hubiéramos imaginado ser tan bien

recibidos aquí! Todo el mundo es muy amable hacia nosotros y sentimos que tienen ganas de enseñarnos lo mejor de la cultura local, cosa que nos apasiona. Siempre sobre el sujeto de la gente, ¡alucinamos con la red cicloturista que hay en Argentina! Desde antes de aterrizar, ciclistas que ni siquiera nos conocen nos informan, cuidan y ayudan de todas formas y ¡nos hacen sentir mejor que en casa!

Pero incluso las rosas tienen espinas y, si tenemos que ser francos, tenemos un par de ellas clavadas en nuestros pedales desde los primeros kilómetros recorridos acá. La primera es sin duda el hecho que las carreteras aquí son muy peligrosas para los vehículos lentos (y las bicicletas en particular) ya que, generalmente hablando, los conductores pisan demasiado el acelerador y suelen quedarse cortos a la hora de calcular distancias de seguridad y otros factores de riesgo muy importantes. 

Hemos recorrido 30 países en bici y muy pocas veces nos hemos sentido tan en peligro sobre la carretera como aquí en Argentina … La segunda espina está relacionada con el medio ambiente y el hecho que muchísimos parajes naturales o rurales están cubiertos de basura de todo tipo. ¡Argentina es una joya y debería resplandecer como el piso de un palacio imperial, no parecerse a un vertedero! Eso tan sólo es el pensamiento de dos locos sobre ruedas … ¡Esperamos no ofender a nadie! 😉

Pero, volviendo a lo impresionante que es Argentina, y teniendo en cuenta que aún nos falta muchísimas provincias por recorrer, tres lugares que nos han dejado soñando han sido el Cañón de Rio Atuel por su variedad geológica, El valle del Río Aluminé por su simpleza y poca explotación turística y El Parque Natural de los Alerces por su inmaculada naturaleza. Para nosotros, estas maravillas se convierten en motivación para pedalear y descubrir más Argentina.

Además, esta aventura está asociada a una recaudación de fondos para dos asociaciones benéficas cuya labor está relacionada con las bicicletas, exactamente como nuestro primer viaje en el cual logramos juntar 10.000 € para que más gente en el mundo tenga acceso a esta herramienta a dos ruedas que puede mover montañas y mejorar el estilo de vida de personas en situaciones muy precarias o con discapacidades. Creemos firmemente que las bicis pueden mejorar el mundo en el que vivimos y cuántas más haya, ¡mejor!

Si quieren saber más, seguirnos o hacernos alguna pregunta, nos pueden encontrar en nuestro sitio; www.421adventure.com donde relatamos nuestras historia “desde el sillín” o visitar nuestros socials en Facebook, Instagram y YouTube; @421adventure.

¿Qué significa “421adventure”? 4 ruedas, 2 corazones, 1 mundo





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