Al reservar paquetes de viaje en los resorts u hoteles, a menudo nos enfrentamos al dilema de qué tipo de pensión elegir. ¿Qué se ofrece en el alojamiento en cada modalidad? ¿Cuál es la diferencia entre all inclusive y pensión completa? ¿Y qué vale la pena para cada ocasión o perfil del viajero? En esta publicación te explicamos todo lo que necesitas saber sobre cada plan para tener en cuenta, ¡con consejos para elegir la mejor opción según tu destino y perfil!
All Inclusive
El todo incluido consiste en que la tarifa diaria incluye todas las comidas y bebidas durante la estadía, desde el ingreso hasta el check-out. Es decir que hay desayuno, almuerzo, merienda, cena, colaciones, postres y bebidas! En algunos casos, hay más de cinco comidas al día. Las bebidas alcohólicas a menudo se incluyen en el paquete, por lo que los precios son generalmente más altos que otras opciones. En algunos casos, el paquete incluye actividades dentro del complejo hotelero.
Es ideal para complejos turísticos en lugares remotos, de difícil acceso, con pocas y caras opciones para comer cerca. También es una buena opción para huéspedes con niños, o que planean relajarse en las instalaciones y playas sin preocuparse por nada. Para aquellos que les gusta beber sin temor a la cuenta, esta es una excelente opción! Ahora, si querés hacer excursiones de un día entero, tenés que considerar si la opción de todo incluido es adecuada para vos, ya que no podrás disfrutar de todo lo que pagaste.
Cada hospedaje puede definir sus reglas con el “todo incluido”, como restringirlo a las áreas comunes del hotel (el servicio de habitación generalmente se cobra por separado). Es importante tener en cuenta si el frigobar está cubierto por el paquete y, de ser así, con qué frecuencia se reemplazará. También podés ver qué restaurantes están incluidos y si algunos de ellos requiere reserva previa, o pago por separado.
Cualquier persona con alergias o restricciones alimentarias (vegetarianos, veganos, diabéticos, celíacos, etc.) debe consultar al hotel antes de confirmar la reserva. Las opciones suelen ser más restringidas en estos casos.
Como podés ver, una estancia con todo incluido es algo así como un matrimonio temporal con el hotel. Por lo tanto, es importante investigar la calidad de las instalaciones y las comidas, las marcas ofrecidas, para ver si son compatibles con tu perfil y el precio cobrado.
Pensión Completa
El régimen de pensión completa, o Full Board en inglés, incluye sólo las comidas principales del día en la tarifa: desayuno, almuerzo y cena. Las bebidas y snacks entre comidas, además de los artículos del minibar, se pagan por separado. En algunos casos, las bebidas y el agua son sin cargo adicional durante las comidas, así como un café por la tarde.
Está bueno para complejos turísticos remotos o con pocas opciones de comidas caras, o para clientes que no beben alcohol o beben poco y, por lo tanto, no quieren pagar más. También funciona bien con los niños. Si querés hacer excursiones diarias a largo plazo, tenés que considerar si la opción de pensión completa es la más adecuada.
Cualquier persona con alergias o restricciones alimentarias (vegetarianos, veganos, diabéticos, etc.) deben consultar al hotel antes de confirmar la reserva. Las opciones suelen ser más restringidas en estos casos.
Antes de reservar un paquete de pensión completa, verificá la reputación y calidad de las instalaciones, así como las comidas del hotel y las marcas ofrecidas, para ver si son compatibles con su perfil y el precio cobrado.

Media Pensión
Media Pensión incluye dos comidas principales, generalmente desayuno y cena. Esto permite realizar actividades fuera del hotel durante el día, con cena garantizada cuando regreses. Las bebidas en general se pagan por separado (excepto las que se consumen durante el desayuno).
Sirve para lugares que ofrecen excursiones de un día o zonas con opciones para comer cercanas, lo que brinda a los huéspedes más libertad. Es algo que hay que evaluar bien ya que en algunos casos lamentamos estar atrapados en las comidas del hotel sin poder explorar la cocina local.
Antes de optar por la media pensión, verificá la diferencia de precio para las estancias que sólo ofrecen desayuno (para saber cuánto estarías pagando por la cena), o para pensión completa y all inclusive (la diferencia puede ser pequeña y compensar).
Desayuno
El alojamiento con desayuno es lo que estamos más acostumbrados a reservar. Excepto para quienes les gusta levantarse tarde o salir del hotel muy temprano, es la opción que satisface a la mayoría.
Es importante verificar los horarios en que se sirve el desayuno, que generalmente varía los días laborables de los feriados y fines de semana. En algunos hoteles, retiran toda la comida inmediatamente después de la hora de cierre. En otros, solo bloquean la entrada, permitiendo que los clientes se sigan sirviendo.
Tené en cuenta que la calidad y diversidad de los productos del desayuno a menudo varía mucho. Los más completos ofrecen un buffet con una buena variedad de panes, tostadas, cereales, fiambres, quesos, frutas, tortas, huevos, manteca, quesos, mermeladas, etc. Para tomar, café, té, leche y jugos variados. Las opciones más sencillas son las de pan con algunos tipos de fiambres, quesos y frutas.