Desde la Unión Europea debatieron este viernes una posible reapertura de las fronteras exteriores del espacio Schengen desde mediados de junio, con la posibilidad de controles específicos para los viajeros que lleguen de los países más afectados por la pandemia del COVID-19.
La mayoría de los países que componen este espacio se mostraron favorables a que la apertura sin restricciones ni cuarentenas de sus fronteras internas se haga a partir del 15 de junio. El Reino Unido, por ejemplo, será parte de este acuerdo acercado por el gobierno de Francia.
España y Portugal, en cambio, anunciaron que postergarán esa apertura hasta el 1 de julio. Austria, Polonia, Hungría, Eslovaquia y la República Checa no se comprometieron con ninguna fecha aunque en el caso austríaco podrían mantenerse unas semanas más las restricciones en la frontera con Italia.
Por otra parte, para los países que se encuentran fuera de la zona Schengen se buscará un acuerdo antes del 1 de julio.
Tras la reunión por videoconferencia de los ministros de Interior de la Unión Europea (UE), la comisaria europea de Interior, la sueca Ylva Johansson, anunció además que presentará a principios de la próxima semana una propuesta para la apertura coordinada y gradual de las fronteras exteriores de la Unión Europea para principios de julio, alargando así al menos otros 15 días el cierre que se puso en marcha a mediados de marzo.
La apertura de las fronteras externas no tiene sentido mientras se mantienen cerradas las internas, explican.
El Consejo de la Unión Europea indicó que «los ministros de Interior discutieron por cuánto más se deben mantener las restricciones de viajes de la UE respecto a la entrada de nacionales de terceros países, (…) abogaron por un enfoque unificado al levantamiento gradual de las restricciones a los viajes no esenciales, lo que no está previsto antes del 1 de julio«, concluyó el organismo en un comunicado de prensa.