Por Gisele, especial para revista Latitud
Hace unos 5 años atrás decidíamos emprender una aventura juntos, ya no era un viaje como los que veníamos haciendo, este implicaba mucho más… dejar trabajos, ubicar algunos pocos muebles en casa de familiares, y sobre todo desprendernos de un entorno
conocido.
La verdad es que cuando planteas una idea, y empezas a soñarla nunca ves al 100% lo que esto implica… En esa previa la emoción invade cuerpo mente y alma, y si sumas algo de valentía y coraje te lanzas con todo…. Lo cierto es que la experiencia es la que te canta la
posta.
En esa primera aventura nos fuimos cada uno con su mochila… mochilas que armamos super mal y cargamos excesivamente…No tarde ni en bajarme del primer tren para sentir en mi espalda lo mal que había hecho esa mochi jaja…el tema es que no tenia experiencia, venia de vivir en una rutina que me hacía sentir y pensar que todo era necesario y que había cosas que «por las dudas» debía llevar. El mundo ahí fuera podía ser muy hostil y tenía que estar preparada!
Tuvimos suerte y llegados al norte nos encontramos con amigos que en ese momento estaban de vacaciones y llevaron de vuelta algunos innecesarios abrigos y topetitudes que nos nos iban a sumar mas q en la carga.
Nos proponíamos ir desde el norte Argentino hasta México en 7 meses, un poco a dedo otro en cole. A medida que íbamos subiendo veíamos cada vez mas lejos ese destino, en ese tiempo… claro! Estábamos conociendo lugares exóticos, lleno de naturaleza, historia, nuevas culturas, haciendo amistades y conectando con una vida en donde ya no importaba si era lunes o domingo, se vivía y disfrutaba igual. Imaginense lo que es sentir esa libertad, es increíble ver todo lo que hay por ver y contemplar…
Había días en los que la ansiedad nos ganaba y entrabamos a pensar y tratar de decidir…
Conocíamos pocos lugares, pero bien o subíamos rápido para llegar a la meta propuesta…
Nuestros corazones decidieron por sobre nuestro ego. Fuimos a nuestro tiempo, cada lugar que pisamos lo recorrimos, lo vivimos y los disfrutamos… México sigue aún pendiente jejeje. Segundo aprendizaje, dejarnos atravesar por el momento vivido, sacándonos ese
«apuro de llegar» ( aplica también para la vida) -» será que los instantes marcan nuestro mapa?!» -Ceratti.
Ese gran viaje duro 8 meses, llegamos a Colombia. Y si tengo que decir que rescato es todo y cada segundo de lo vivido, (con llantos, ansiedad, preocupación, miedos, alegría, felicidad, disfrute…todo).
Volvimos, no siendo los mismos, ahora conocíamos lo que había ahí fuera, y era extraordinario!!! Queríamos más! Queremos mas!!!
Hoy estamos nuevamente en una aventura, nuestra aventura en Alma libre, casa con motor que armamos atravesando otro tanto de obstáculos. Siendo a la vez testigos de que el universo conspira a favor de tus sueños. Salimos el 3 de Agosto desde mi ciudad natal
Pergamino. Llegamos hasta Ushuaia, donde pensamos pasar un buen tiempo para vivirla como nos gusta, a nuestro modo.
El viaje sigue, siento que es un modo de vida y de hecho le busco la vuelta todo el tiempo para que así sea. El cambio que se produjo en mí ya no me permite dar pasos hacia atrás, me siento afortunada y doy gracias todos los días por haberme animado a ser yo y vivir la
vida como alguna vez lo Soñé.
Hoy veo que los viajes y las aventuras que encaramos tienen otra connotación, porque cada vivencia anterior nos dejo un aprendizaje… Da miedo seguro que si pero hay q agarrar ese miedo, racionalizarlo, abrazarlo (porque es en definitiva el amor propio expresado de otra manera) y animarse… no te quedes con las ganas de vivir!!!
Gisele de viaje con Ale en Alma libre.
Gracias